sábado, 2 de mayo de 2015

¡Mira que bien! Ya estamos a mayo...
Hace poco menos de un año me embarqué en la "aventura" de abrir un blog. Y aquí estoy. Aún sigo.
Como siempre he seguido...
Doy por supuesto que mi rutina se va a volver en eso: seguir. No adelante ni atrás. Ni si quiera a los lados. Seguir y punto. Seguir "viviendo", si le puedo llamar vida.

Imagínate.
Esto ya lo he repetido en varias ocasiones, pero me parece triste la idea de que nadie lo haga. Y esa idea parece ser cada vez más realista.
Hay ideas que no deberían existir, y si llegaran a hacerlo, que se quedaran en un rincón sin molestar. Quietas. Muertas de frío, esperando el final merecedor.
...
No hablo de mí, por supuesto. Yo no querría tal agonía como ese otro tipo de ideas ha sufrido ya. ¡No! Sería muy cruel.
Aunque más cruel será desaparecer de aquí sin haber conocido a nadie.
¿Sabes, tú, lo que es el saberse existir y no poder demostrarlo salvo por esta página? ¿Hay otros medios? ... Hay uno más, no lo niego, pero ese resulta ciertamente patético... El resultado sería un ventrílocuo sin muñeco.
Raro, ¿eh?
como tú pero....
Es por eso que me considero un inexistente existidor. Estoy aquí. Pero nadie lo sabe.
Aún no he conocido a nadie de mi condición. De todos modos, viendo como es, resulta, como poco, imposible.


¡Y tras esta confesión melancólica...!
... llega el final.